Los lugares de ocio no son solo para el ocio. Los lugares de ocio recrean una forma de pensar, una ideología, fabrican modelos y piezas con las que se construye la identidad, desarollan unos espacios donde el sujeto se convierte en pasivo y absorbe unas determinadas formas de comportamiento, sigue unas normas estéticas, una jerga, etc. Esto es una antifiesta, un intento de deconstruir y derribar los modelos de conducta. Aquí no hay una forma de ser estable, lo que somos varía, por eso vale la pena compartirlo, la unicidad de lo que se es en un momento contra el canon de conducta masivo fijo, determinado y esperable. El 29J es puterío, por eso, Cero en machitos es CERO EN CONDUCTA.